El proyecto se ubica en la parcela contigua a nuestro anterior proyecto “Denia 101”. Su combinación discrepa de la otra vivienda, ya que está diseñada con sutiles diferencias. En su fachada seguimos destacando el blanco como color principal que otorga luminosidad y amplitud a la vivienda. La forma de esta casa es más rectangular y con más volúmenes. También queda enclavada en medio de una pinada, lo que la hace emerger como un verdadero refugio natural. Queda rodeada por altos pinos que se alzan como guardianes centenarios, esta casa ofrece una experiencia de vida única.
La planta baja cuenta con cocina, salón y comedor que quedan en conexión gracias a los espacios abiertos que brinda la vivienda y, cuenta también, con dos baños de cortesía. Su terraza queda enmarcada por la vegetación y por su piscina que otorga un valor añadido al proyecto. Sus porches dotan de protección en días calurosos e incrementa el área que queda al aire libre para maximizar el disfrute del espacio exterior.
La planta superior queda planificada y diseñada con un dormitorio principal y tres dormitorios más, los cuales, disfrutan de las mejores vistas al mar gracias a sus amplios ventanales y extensos balcones. Esta área ofrece espacios de intimidad y queda protegida de la zona de día para la privacidad de sus residentes.
En este proyecto, hemos creado una vivienda que no solo se integra de manera natural con el entorno y con las increíbles vistas al Mediterráneo, sino que también se convierte en un espacio que captura la esencia de la tranquilidad y la serenidad. Esta vivienda es un rincón de inspiración donde cada amanecer y atardecer se transforman en momentos inolvidables.