El proyecto de la “Vivienda IGC” recoge las últimas tendencias en cuanto a estructura y diseño. En su fachada predominan las líneas sencillas con cortes oblicuos generando así un plano complejo y vanguardista. La vivienda consta de dos plantas unidas mediante una escalera flotante, y sus amplios ventanales que permiten una continua visión a la parte exterior desde cualquier punto interior de la casa además de favorecer la luminosidad y amplitud. La terraza exterior y piscina están rodeados por un muro de cristal para dar así una mayor sensación de conexión con el entorno que la envuelve.
Las formas orgánicas de su fachada dotan a la vivienda de gran naturalidad y simulan el entorno, como explica el arquitecto Óscar Niemeyer.